Todas las actividades del estudiante se evalúan permanentemente: su frecuencia de acceso al sistema, cuándo y cómo ve los materiales, la cantidad y calidad de sus aportes, cómo se comunica con el grupo, su disposición a trabajar colaborativamente, las autoevaluaciones y cuestionarios, trabajos prácticos, tareas, foros calificados y demás actividades valorizadas. No hay ningún examen por fuera de la plataforma, puesto que todo debe quedar asentado dentro del curso. No se reciben ni se solicitan materiales por correo electrónico o cualquier otro medio privado. La idea de las evaluaciones es que sirvan como herramienta para detectar necesidades tanto para el estudiante como para el tutor. No se trata de juzgar al estudiante, sino de medir la eficiencia del proceso de aprendizaje, que es tanto responsabilidad del estudiante como del tutor. Por eso no se promedian los resultados, sino que se registra el mayor logro adquirido, para que realmente reflejen las competencias del estudiante y no qué errores cometió en el recorrido.